De los momentos más esperados y  emocionantes es ir de vacaciones y regresar a tu país de origen.

Reencontrarnos con nuestras raíces, familia y amistades es increíble. Saborear la comida que tanto echamos de menos. Recorrer esos rincones de nuestra colonia y/o barrio que nos vieron crecer, es un lujo para nosotros.

Aquí les comparto algunas cosas que me pasaron al ir de visita a mi país y que creo que a otros expatriados también les pasa.

Te sentirás un extraño en tu propio país

Esto sucede si tienes dos años o más fuera. Al vivir lejos, has conocido otras formas de ver la vida y has tenido que adaptarte a ellas.  Ello te ha llevado a madurar y a cambiar en muchos aspectos. Ante esto, evidentemente verás con otros ojos lo que pensabas que ya conocías.  Esta nueva mirada, en un principio te hará sentir una extraña/o en tu amada patria. Sin embargo, esa extrañeza será pasajera.

 

Valorarás a tu familia y amistades

Abrazar, disfrutar y compartir con tus seres queridos, será la prioridad de tu visita. Verás que el tiempo  no te alcanzará para ver a toooda tu familia. No obstante, tanto ellos como tú, sabrán lo mucho que se valoran y extrañan.

Te darás cuenta que la distancia es una gran filtro de amistad. Lo más seguro es que tendrás menos amistades de las que tenías cuando dejaste tu país. Pero te aseguro que los amigos que a tu visita te quedan, son los que tienen que estar en tu vida.

 

Te faltarán horas para hacer todo lo que te propusiste

Por más que hagas un planning de lo más exacto; con horas y minutos de todas las actividades que tienes en mente hacer.  No podrás llevarlo al pie de la letra. Por más que te levantes a las 7:00 de la mañana todos los días, tengas citas seguidas en el mismo bar o restaurante con distintos grupos de amistades. Siempre habrá alguna cita cancelada, algún amiga/o que no llegarás ver y algún sitio que estará cerrado o que terminarás por cambiar por otro lugar.

 

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Engordarás más de 2 kilos

Subirás más de dos kilos a partir del segundo día de tu visita. Esta subida de peso será proporcional al antojo y a la cantidad que ingieras de la comida de tu amada tierra. Es el precio que todos los expatriada/os con gusto pagamos, por deleitarnos con la rica comida de nuestra mami y país.

Comida multicultural

Te creerás extranjero y visitarás los lugares turísticos de tu ciudad

Pero el museo, pero el tour, pero el turibús, pero el monumento histórico. Intentarás recorrer y conocer todo lo que nunca te has dignado a conocer durante tu infancia y juventud. Intentarás aprender sobre la historia de tu país a fondo. Si antes era un tópico que poco te interesaba, ahora te encantará y te apasionará saberlo.

 

Comprarás artículos autóctonos

Intentarás llevarte a tu nuevo hogar, un montón de artículos que representan la cultura y las tradiciones de tu país.  Si nunca les hiciste mucho caso, ahora serás su gran fan, los exaltarás y los lucirás en tu nueva casa, para tener un pedacito de tu país en tu nuevo hogar.

 

Te preguntarán, si ya dominas el idioma del país en el que ahora resides

Si vives en Estados Unidos, Londres o Australia, te preguntarán. “¿Ya dominas el inglés, verdad”. Lo mismo para los demás países. No importa si tienes facilidad para ese idioma o si sigues batallando con él.  La gente que te rodea, dará por hecho que tú ya sabes ese idioma como un nativo.

 

Tendrás alguna discusión con tu familia

Aunque te auto-prometas que tendrás infinita paciencia y tolerancia hacia todos los integrantes de tu familia. Por más que tengas años sin verlos, siempre habrá alguna que otra discusión o diferencia. Pelea que se arreglará en el momento, pero que forma parte inevitable de tu visita.

 

Gastarás todas tus vacaciones y dinero en estar en los mismos lugares de siempre

Te darás cuenta que gastaste todas tus vacaciones y ahorros,  en estar en los lugares que has estado millones de veces, con las personas de toda tu vida. Ante ello, te sentirás mejor que nunca, porque sabrás que habrá valido más que la pena. Te habrás recargado de baterías, habrás tocado base con uno de tus pilares fundamentales y estarás lista/o para más aventuras.

Quizás tendrás menos viajes a lugares desconocidos por estar con los tuyos, pero sabes que darías tu alma por visitar a tu patria y a tus seres queridos, por lo menos una vez al año.

Hombres de espalda, en montaña, riendo

Sufrirás homesickness

De regreso a tu hogar a miles de kilómetros de tu país, sufrirás tristeza y nostalgia por todo lo que viviste en tus vacaciones. Extrañarás esos momentos con tu familia, compartir con tus amigos de la infancia y hasta al perro de tu casa que no te dejaba dormir en la noche. Obviamente echarás de menos tu comida y a la energía increíble de tu gente.

Sin embargo, yo te aconsejo que agradezcas a la vida por darte la oportunidad de visitar tu país, que dibujes una sonrisa en tu corazón porque pasó y comiences a planear tu próxima visita a tu país, ¡porque hay que ahorrar dinero y vacaciones!

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