Como lidiar con las culpas de la emigración

Para muchos de nosotros la emigración puede conllevar algunas culpas… ¡Si nunca las han sentido que afortunados son! Yo he sentido culpa porque estoy lejos mientras mis padres envejecen. Porque me encuentro a distancia cuando ellos enferman o porque me pierdo algún festejo importante y por más regalos y video-llamadas que haga no siento que es suficiente. También sentí una absurda culpa, por no haber sufrido con ellos, el sismo que azotó México en septiembre de 2017, porque yo ya vivía en España. está vez la culpa fue mayor, recuerdo que era cumpleaños de una amiga aquí en España y me sentía mal y egoísta, por estar bien, por estar disfrutando… A veces siento culpa por no sufrir como ellos y con ellos, al encontrarme lejos, en otra cultura y entorno. Por eso en este nuevo episodio del podcast de Muy Intercultural, hablaremos sobre la emigración y culpa. Ustedes, ¿las han sentido?

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Para hablar sobre el tema, entrevisté a nuestra querida psicoterapeuta de cabecera; Irene del Valle; quien dirige Mentes en Equilibrio y es experta en procesos migratorios.

 

 

¿Qué es la culpa?

La culpa es una sentimiento que surge ante situaciones en dónde la persona siente que ha hecho algo indebido o que no ha hecho algo que se suponía iba o debía de hacer. Es un auto-señalamiento que va de la mano de sentimientos de tristeza con uno mismo y/o de lastimar a otras personas. La culpa también se relaciona con el remordimiento, la angustia, impotencia y frustración.

 

Podemos sentir culpa por lo que no hacemos, por lo que sí hicimos o porque algo que hicimos no fue suficiente, ¿por qué la culpa tiene tantas caras?

Por los distintos deberías y tendrías que la gente internaliza o se autoimpone. Los “deberías” son todas esas cosas que nos decimos que tenemos que hacer, son acciones que establecemos como obligaciones, sin necesariamente serlo.

Por ejemplo:

“Tendría que llamarle a mi madre diario”.  Pero podrías no hacerlo, más bien o quieres hacerlo o no quieres hacerlo, nos olvidamos que son cosas que podemos elegir, que no son leyes. Es un deseo, no una necesidad u obligación.

Por otro lado, no solo están los deberías que nos imponemos nosotros, sino los que nos impone nuestra familia y/o amigos. No es mi caso, pero tengo pacientes que sus familiares les dicen que deberían de estar allá, que deberían de regresar yeso genera culpa, por que hay un deseo de otra persona de que hagas algo diferente o elijas otra experiencia a la que estas eligiendo.

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¿La culpa puede ser cultural? ¿Su grado depende de cada cultura?

Si, todos los sentimientos y emociones, aunque son universales, sus tonos y formas si tienen una base cultural.

Por ejemplo:

Las culturas latinas, tienden a experimentar más la culpa, porque son sociedades que le dan mayor valor e importancia a la comunidad y a las relaciones familiares, y las culturas más individualistas, ponen énfasis en el bienestar individual, sin romper el bien común.

También culturas  católicas o cristianas, como es el ejemplo de muchos países latinos, llegan a experimentar mayor culpa por los valores y los mandamientos que marcan las religiones de ser “buena «o “mala” persona. Así que sí, su grado depende de cada cultura y de cada individuo, la cultura no solo la marca el país, sino cada familia y sus creencias, valores y estilos de vida.

 

 ¿Con que sentimientos se le relaciona frecuentemente a la culpa ?

La culpa se relaciona o se presenta acompañada de otras emociones como lo son: la tristeza, y/o el miedo al rechazo o a dejar de ser valorado(a), con la angustia y la frustración, con el remordimiento y a veces con el enojo con uno mismo.

 

¿Por qué sentimos culpa los emigrantes? 

El hecho de no estar y no seguir perteneciendo ya es experimentado muchas veces como un abandono a las personas que nos importaban, sentimos que de cierta manera les traicionamos al elegir vivir en el extranjero. Y de ahí nos provoca culpa:
-No compartir momentos importantes y felices de su familia y amistades de su país natal
-No compartir crisis, duelos y situaciones dolorosas con sus seres queridos
-Tener un mejor estilo y calidad de vida
-Los sentimientos y malestar emocional que puedan tener
-Si se enferman o algo malo pasan, tenemos esa rara idea de que es nuestra culpa por no estar

 

Decía Oscar Wilde que: “El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, esa es la pesadilla de la vida.” ¿Cómo podemos afrontar las culpas que surgen al emigrar?

 

Pedir disculpas si es necesario

Por ejemplo, si nos hemos ido sin despedirnos o la forma de irnos no fue la apropiada, ahí sí sería importante hacerse responsable y enmendar el daño hecho, muchas veces lo único que se requiere es un perdón sincero. Si sienten que es necesario pueden hacer una carta sacando todas sus culpas y arrepentimientos, pueden entregarla o no, lo importante es que expresen y dejen de cargar ese remordimiento.

Pasar de la culpa a la responsabilidad

Dejar de preocuparnos  por lo que no estamos haciendo y ocuparnos.  Pregúntate que tipo de relación quieres reconstruir a pesar de la distancia. Mucha gente se siente culpable por no estar y deja de llamar, se distancia, deja de ir. Tomar responsabilidad es actuar de formas coherentes con lo que sentimos, eso significaría, seguir estando cómo si es posible. Tómate el tiempo de llamarles para verdaderamente hablar, preguntar y compartir. Ahorra para cada que te sea posible ir o invitarles a venir. Hazles saber que pese a la distancia sigues ahí para ellos.

De nada nos sirve maltratarnos diciéndonos lo malas o malos que somos y quemarnos la cabeza con los que hubiera…. “Si no me hubiera ido” “Si me hubiera quedado” “Y si…” Pero eso ya está en un pasado que podemos cambiar…. Así que todo empieza en cómo nos contamos las cosas, para esto les recomendamos nuestro programa sobre Narrativa Migrante, ahí les damos muchísimos más tips de cómo cuidar lo que piensan, se cuentan y dicen sobre su migración.

Cultivar la autocompasión

La autocompasión es la sensibilidad hacia el sufrimiento propio. La autocompasión es responder con cariño y amabilidad ante el propio sufrimiento, y brindarnos a nosotros mismos la misma serenidad, cuidado, apoyo y consuelo que de forma natural mostramos a quienes queremos cuando sufren. . El desarrollo y el cultivo de la autocompasión es una práctica budista y psicoterapéutica que ayuda mucho a sobrellevar lo que no podemos cambiar, es un trabajo de consciencia de lo que se siente, de aceptación y de dignificar y honrar esa emoción.

Recuerda la culpa siempre está ahí, de cierta manera forma parte de las elecciones. la culpa contigo mismo por complacer a los demás e ir en contra de tus ideales,  metas y sueños o la culpa con los demás por complacerte a ti y buscar tu felicidad.…la pregunta es: ¿Cuál eliges? ¿Cuál te pesa menos?

 

Contacta con Irene del Valle 

Irene del Valle

Instagram: @mentesequilibrio,

Facebook y YouTube: Mentes en Equilibrio

Página web: www. mentesenequilibrio.com


Les recuerdo que si quieren tener una migración sin culpas pueden realizar el: Taller Migración Consciente.

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